Impulsar el deporte femenino ha sido vital para mí

¿La Puri pequeña veía lo que eres ahora?

Para nada. Yo siempre quise ser periodista de medios, periodista con todas las palabras. Ni directora de comunicación, ni directora corporativa, y mucho menos estar en un club de fútbol. Yo siempre me imaginaba, al pie de la noticia. En la radio, es dónde sentí que estaba en mi sitio.

Recuerdo que de pequeña cogía bombillas y retransmitía lo que pasaba en mi casa. Ahora mi madre, pela las patatas y las ha puesto en el aceite…iba haciendo crónicas de lo que pasaba en mi casa. Nunca pensé que me dedicaría a la empresa, a hacer planes de comunicación, a ver cuáles son los públicos, etc.

Siempre pensé que escribiría, que contaría las cosas y me imaginaba también mucho en el mundo de la televisión, porque como desde pequeñita toco la flauta travesera, en la banda, presentaba los conciertos. Entonces siempre me vi como la presentadora, pensé que ese sería mi rol y mira, poco a poco la vida te va llevando a otros lugares.

Y esa Puri pequeña a veces te habla y te pide que retrocedas

Sí. Ay Elena, me faràs plorar. En la primera pregunta. Es que eres... Ay. Sí.

Muchas veces pienso en si volveré algún día a los medios de comunicación, si volveré a esa redacción de informativos con el día a día, con la escaleta diciendo qué va hoy, o si volveré a la radio pensando quién entra en directo, qué vamos a tratar hoy, qué está pasando en la calle. Como ese reloj de pulsera del que hablaba Gabilondo, que siempre llevas encima y que cuando sales a la calle te cuenta si está lloviendo.

Y además, me sigue pasando que me reconocen por la voz. Impactas en las personas porque estás contándoles la vida cada día.

Que te digan: “no puede ser que haya pasado porque Puri Naya no lo ha dicho”. Eso es una de las cosas más importantes que me han dicho en la vida o que me han pasado.  De los elogios más bonitos. Y me sigo imaginando en esa redacción de informativo, sí.

 Comunicar en un ámbito donde la pasión es esencial, como es el caso del fútbol,¿hace el trabajo diferente?

Hace el trabajo muy distinto, pero tienes que ser la racionalidad y la templanza de todo esto.

El aficionado tiene que estar en la grada, tiene que vivirlo, sentirlo, emocionarse, tiene que enfadarse. Pero tú tienes un trabajo que consiste en realizar un plan de comunicación donde se determinan unos mensajes, unos públicos, donde tienes que ver, cómo puedes impulsar tu reputación de marca, cómo puede la marca Levante ser todavía mayor para que se sumen también muchos patrocinadores y nos ayuden en esta aventura.

Una vez finalizan los 90 minutos, esto es una empresa, esto es una marca con muchas partes. Hay una escuela del femenino, del masculino, filiales, una residencia. Hay muchísimos proyectos que impulsar.

También he de decir que la visceralidad le aporta a este trabajo algo bonito. Que, por ejemplo, Sheila Martínez gane un campeonato de boxeo y se arrope con la bandera del Levante, es alucinante.

Yo intento que esto sea un barco que a veces el agua viene de marejada y a veces viene tranquila, pero el rumbo no puede cambiar.

Cuando empezamos nosotras en periodismo, no existían las redes sociales. Y ahora prácticamente han eclipsado buena parte de la comunicación tradicional. ¿Cómo vives esa dicotomía?

A mí me gustan muchísimo las redes sociales, a pesar de que cuando comenzamos no había, enseguida me sumé a ellas.

Yo reconozco que las redes sociales, son un canal importantísimo. No es que quiera una comunicación tradicional, todo lo contrario, creo que es fundamental incorporar las redes sociales a la comunicación para llegar también a nuevos públicos.

Es que luego yo tengo un hijo de 11 años que claro, a lo mejor ve el fútbol por TikTok.

En el móvil, el acceso lo tienes fácil, directo y engancha porque está diseñado para engancha. Entonces claro, ¿cómo vas a despreciar ese canal? Yo lo he incorporado. Toda la reputación, todos los mensajes, intento que estén también en redes sociales. Aquí hay una parte que es estrategia digital y la liga nos obliga a ello por medio del plan Impulso.

Ahora mismo estoy buscando el equilibrio entre la comunicación tradicional y los valores de marca y reputación con la diversión y el entretenimiento que suponen las redes sociales.

¿Impulsar el deporte femenino tiene una parte de militancia de lo que tú piensas como mujer?

Sí. Una de las cosas por las que más me costó dejar el anterior trabajo y venir a este fue ese. Me gustaba tanto lo que hacía, me lo creía tanto, vi que era tan necesario, que podía ayudar a tantísimas personas, que me costó decidir cambiar de trabajo.

Además el fútbol está tan masculinizado, que esa visión femenina distinta de hacer las cosas hace falta en los comités de dirección, en consejos de administración de los clubes, en federaciones, etcétera. Mira la foto de la Federación de Fútbol cuando se reúnen todos.

A las amistades en el mundo del deporte les dije muchas veces, que eran capaces de lo que quisieran. Que dieran ese paso, que no tuvieran miedo. Entonces me escuché a mí misma cuando hablo con Ana Gómez o con María Pina y dije, da tú también el paso.

Y claro, yo cuando me dedicaba a eso es que me sentía súper en en sintonía con todo lo que soy y con todo lo que me han enseñado. Por eso me gustaba tanto.

Cuando una mujer sale al terreno de juego puede dar un mensaje que va mucho más allá de lo puramente deportivo. Cuando mi hijo ve a una mujer salir a jugar al rugbi o ve a una mujer salir a jugar al al fútbol y ve como lo que se crea alrededor de esa mujer es lo mismo que lo que vive también con los hombres. Para mí es un mensaje clarificador de tenemos realmente que pelear para que haya justicia social real.