Clarificar antes de planificar
Publicado el lunes, 13 de febrero de 2017 a las 15:01
La empresa es un mundo y ha de establecer sus propias prioridades en función de sus intereses, de su ciclo de vida y de las circunstancias. Pero, para que estas circunstancias no desvíen a la empresa de su camino de éxito, es fundamental tener muy claro lo que queremos ser, es decir, clarificar el sentido esencial de la empresa, desde su origen.
La cantidad ingente de conocimientos y herramientas que se han generado y se siguen generando, para profundizar en las distintas disciplinas y actividades que convergen en la empresa, recomienda desarrollar modelos que identifiquen y prioricen las voluntades estratégicas y faciliten su materialización.
Todo lo que hace una empresa se puede agrupar en tres grandes funciones generales: vender, producir y administrar. Todas las personas que trabajan en una empresa actúan, priorizando y especializándose, en una mezcla de estas tres grandes funciones. La más importante es vender.
Dentro de cada una de las tres grandes funciones hay tres perspectivas diferentes: perspectiva estratégica -conceptos-, perspectiva de gestión -números- y perspectiva operativa - acción-. De todas ellas la más crítica es la operativa. Somos lo que hacemos. ¿Hay que pensar lo que vamos a hacer? Por supuesto. Pero si no lo hacemos nunca sabremos si habría dado resultado. ¿Hay que documentar
(en alfanumérico) lo que queremos hacer? Por supuesto. Pero si después de documentarlo no lo hacemos, habremos perdido el tiempo miserablemente.
Hemos de pensar y documentar, pero sobre todo hemos de hacer, porque los resultados salen de lo que hacemos. No de lo que pensamos ni de lo que documentamos. Los resultados salen de la acción, orientada a un fin, pero de la acción.
Todo proyecto está inicialmente en la mente de una persona (visión), se desarrolla cuando se despliega en la organización (implicación > metas > objetivos) y se materializa cuando se convierte en una realidad. En el caso de la empresa, esta realidad está en el mercado o no es realidad (acción > clientes > resultados).
¿Hay que clarificar antes de planificar? Sí. ¿Hay planificar antes de programar? Sí. ¿Hay que programar antes de actuar? Sí. Pero, sobre todo, hay que actuar. ¡Acción, acción, acción!
Si queremos que ocurran la cosas que queremos que ocurran, tendremos que priorizar la acción.
13/02/2017 15:01 | PepePrionomy