Ampliar la hipoteca puede resultar más caro que pedir un préstamo personal
En determinadas circunstancias, la solicitud de un préstamo personal puede resultar más barata que ampliar la hipoteca
Publicado el jueves, 26 de julio de 2018 a las 11:38
Cuando nos encontramos faltos de liquidez y necesitamos financiación, las dos opciones clásicas a las que podemos recurrir son la solicitud de un préstamo personal, o bien la ampliación de una hipoteca, en el supuesto de que hayamos contratado previamente una.
De darse esta segunda circunstancia, lo más lógico suele ser optar por la ampliación del préstamo hipotecario, dado que, por regla general, los tipos de interés de una hipoteca son más reducidos que los de un préstamo personal.
Sin embargo, un análisis más pormenorizado de las condiciones de financiación, así como de las necesidades específicas de liquidez puede suponer que la ampliación de la hipoteca resulte más cara que pedir un préstamo.
Veamos cada supuesto con más detalle.
Costes que supone la ampliación de la hipoteca
Tal y como hemos señalado hace un momento, los tipos de interés de las hipotecas son notablemente más reducidos que los de los préstamos personales.
No obstante, la ampliación de la hipoteca acarrea otros costes que también deben ser tenidos en cuenta a la hora de valorar el coste de la misma.
Por un lado, esta operación se denomina “novación hipotecaria”; es decir, supone el establecimiento de nuevas condiciones del contrato. En este caso, se está modificando el importe total del capital prestado por el banco.
Dicha novación sólo podrá tener lugar en el supuesto de que esté prevista en el contrato o, en su defecto, el banco acceda a llevarla a cabo. Sin embargo, el mayor radica en que la novación hipotecaria lleva aparejada el pago de la correspondiente comisión bancaria.
Además, a esta comisión hay que añadir el pago del IAJD; es decir, el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, el cual supone el 0,5% del capital ampliado.
En conclusión, si el importe a solicitar es bastante elevado, la ampliación de la hipoteca puede suponer más costes de los que cabría imaginarse en un principio, de forma que el impacto beneficioso de un menor tipo de interés, quede diluido por el pago de comisiones e impuestos.
Costes que supone la solicitud de un préstamo personal
Por su lado, el préstamo personal siempre va a suponer el pago de un tipo de interés más elevado que el de una hipoteca. Por supuesto, habrá que tener en cuenta el tipo de contrato de financiación pues los préstamos genéricos suelen resultar más caros que aquellos destinados a objeto específico
Por otra parte, si el importe es relativamente reducido, no será necesario pasar por notaría, lo que supone un ahorro a tener en cuenta.
Costes de la financiación en términos absolutos
A la hora de determinar la conveniencia de un préstamo personal o la ampliación de capital, también debe tenerse en cuenta el coste total de la financiación; es decir, la suma de las comisiones y el total de intereses que se pagan a lo largo de la vida del contrato.
Conviene recordar que los contratos hipotecarios son de muy largo plazo. Eso implica que, aunque la TAE sea reducida el tipo de interés nominal, o el conjunto de intereses pagados año tras año pueden llegar a suponer un montante mayor que aquel que se pague con un préstamo personal.
Esto es debido a que los plazos de los préstamos personales son mucho más cortos, así que la suma de intereses termina siendo inferior.
Dicho esto, hay un factor que no podemos ignorar. La contratación de un nuevo préstamo personal supone añadir una nueva cuota mensual a pagar cada vez, algo que no sucedería en el caso de ampliar la hipoteca. Normalmente, si se amplía la hipoteca, el beneficiario puede optar por pagar más cada vez o seguir pagando lo mismo, pero extender el plazo de amortización.
Cuándo optar por la ampliación hipotecaria o por el préstamo personal
Teniendo en cuenta los anteriores aspectos, podemos establecer una serie de criterios orientativos que determinen la idoneidad de la ampliación de la hipoteca o la del préstamo persona.
Cuándo es mejor ampliar la hipoteca
La opción de la ampliación de la hipoteca resulta más recomendable cuando se dan estas circunstancias:
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La suma de los intereses que restan por pagar, la comisión por novación y el IAJD no supera a los intereses totales a pagar por el préstamo personal.
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El capital solicitado es relativamente bajo, por lo que las comisiones y el IAJD supondrán un reducido impacto sobre los costes finales.
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El plazo que resta de amortización de la hipoteca es reducido, por lo que no supondrá un elevado impacto en el coste final.
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La cuota resultante de la ampliación puede ser asumida por el prestatario, o bien sigue siendo la misma que hasta ese momento.
Cuándo es mejor solicitar un préstamo personal
La opción del préstamo personal es más beneficiosa en aquellos casos en los que:
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La suma de los intereses pagados por el préstamo es inferior al coste final de la hipoteca.
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La carga mensual generada por el pago de la cuota hipotecaria y la cuota del nuevo préstamo personal puede ser asumida sin problemas por parte del prestatario. Por regla general, se recomienda que el nivel de endeudamiento –en términos de importe a satisfacer cada mes- no debería exceder el 40% de los ingresos mensuales. En caso contrario, cualquier sobresalto en los ingresos o un gasto inesperado e ineludible podría poner en aprietos al deudor.
En conclusión, hay casos en los que ampliar la hipoteca puede resultar más caro que pedir un préstamo personal. Tan sólo hay que hacer cuentas y comprobar los costes que cada opción acarrea, así como la carga mensual que se asume.